Estamos en Chinchón. En el paraje de Valgrande, y así lo describe Manuel Carrasco, Cronista de Chinchón:
“Valgrande es un lugar privilegiado que empieza a conocerse como la Toscana madrileña. Aquí, entre sus montes, se rodó la película “Rey de Reyes” con Carmen Sevilla como María Magdalena; en sus estribaciones está el Parador de Frascuelo, una antigua Casa de Postas de cuando el célebre torero compró una línea de diligencias para acercar Chinchón a la Capital, y por aquí tuvo lugar la batalla del Jarama, en la guerra civil de triste recuerdo.
Valgrande es una atalaya desde donde admirar la fértil vega que riega el río Tajuña, cerca ya de ir a desembocar en el Jarama. Cuentan que en esta vega hubo antaño asentamientos de la época visigoda y por aquí, según escribió Tito Livio, allá por el año 184 antes de Cristo, se libró una cruenta batalla entre las tropas romanas, mandadas por los pretores Calpurnio y Quintio, y los lugareños de la región carpetana que derrotaron a los invasores romanos que llegaron a perder cerca de 5000 hombres.
Enfrente, en el horizonte, por encima de los montes, se divisa la silueta de Chinchón, un pueblo singular que ha permanecido al margen de la modernidad y ahora ofrece a los visitantes, su historia, su tradición, su cultura y su gastronomía. Un pueblo que ha conservado sus monumentos de épocas pasadas en que estuvo emparentado con la realeza; y por donde pasaron famosos personajes de la historia, como los Reyes Católicos, Felipe V y Alfonso XIII, y grandes hombres de la cultura como Lope de Vega, Francisco de Goya, Gutiérrez Solana y otros artistas que dejaron su impronta en el pueblo.
Chinchón es conocido por su célebre Condesa que pintó Goya, por la Virreina del Peru a la que se le atribuye el descubrimiento de la quina, por haber sido escenario de películas famosas, como la “Vuelta al mundo en 80 días”, y por sus ajos, por su anís, por su aceite... y por su vino.
Porque Chinchón es tierra de buen vino. Cuando se inició la colonización de estas lugares por los caballeros quiñoneros para las tierras de Segovia, allá por los albores del siglo XIV, se plantaron las primeras viñas, siendo el vino su producto más importante; que después sería la base para la destilación del célebre aguardiente anisado de Chinchón, que ya fue premiado con la Medalla de Honor en la Exposición Universal de Paris de 1889, cuando se construyó la Torre Eiffel.
Y con esta tradición centenaria enlaza la aventura de VAL AZUL, que quiere ser continuadora de la apasionante historia de este pueblo único que es Chinchón”.
Manolo el Eremita
30 de diciembre de 2022.
En un entorno espectacular, a tan solo 30 minutos de Madrid, se encuentra Val Azul, una bodega familiar que nace con este siglo. Sólo elaboramos vinos de alta calidad procedentes de nuestro propio viñedo ecológico, de 9 hectáreas, plantado alrededor de la bodega.
Nuestro ambicioso compromiso es el de transmitir el respeto hacia esta tierra, hacia nuestros viñedos, únicos y singulares, con el objetivo primordial de emocionar, transmitiendo todas nuestras vivencias en cada añada que elaboramos.